
¿Un portal hacia dónde?
Desde la imperfección de mi reflexión humana, escrita desde la experiencia totalmente personal, quiero manifestar algunas ideas que considero oportunas para estos tiempos, con humildad y sin creerme el dueño de ninguna verdad absoluta.
Probablemente no tenga gran alcance, ya que no está escrito para posicionamiento.
Tengo la sensación que una convocatoria masiva al DEBATE PROFUNDO Y URGENTE sobre el uso ético de la IA se está postergando demasiado. Tal vez no tiene buen marketing o no suena tan atractivo (¿es un tema “serio” y tal vez por eso “suene aburrido?”), o es difícil coordinar esfuerzos en común, entre tanto ruido que distrae. ¿Faltan iniciativas fuertes y honestas? ¿Qué dicen ustedes?
Tal vez el brillo de los nuevos espejitos de colores genera más atracción o una suerte de hipnosis, aprovechando reflejos casi inevitables que tenemos las personas, y pienso que en algunos casos puede llegar a deslumbrar tanto que nos deje medio ciegos de sensibilidad social.
Ni hablar de lo distraídos que estamos. Qué fácil es empujarnos hacia la puertita del corral. Los mecanismos que regulan la atención de una gran parte de la humanidad están siendo aprovechados muy probablemente como nunca antes.
Insisto (con la sensación de estar hablándole a las paredes): Me parece súper necesario pensar con profundidad y actuar rápidamente, pero con sensibilidad social, en cada decisión que uno tome hoy en día en relación a la aplicación de IA en el mundo del trabajo, de la educación y de la vida cotidiana en general. ¿Le vamos a ceder tanto control de lugares tan privilegiados de nuestra cultura y de nuestras vidas?
- IA como herramienta, SÍ.
- Para deshumanizarnos, NO.
En estas líneas indudablemente me escribo a mi mismo, pretendiendo ser consciente y no tomar a la ligera estas nuevas tendencias tan fuertemente instaladas, con argumentos sobre la productividad, como una excusa para desplazar a las personas de tantas actividades, sin TRANSICIONES CLARAS.
Si la tendencia de reemplazos termina resultando inevitable, entonces, es menester apelar a la creatividad para generar rápidamente nuevos espacios laborales que vayan a la par de la incorporación de las nuevas tecnologías y agregar valor desde la estrategia, desde la sensibilidad, desde la intuición, desde la empatía, desde los mecanismos que la IA no puede emular.
Pero mientras tanto, ante algo posiblemente inevitable, un camino a tomar podría ser formar nuevos Equipos Humanos, Comunidades con un Propósito original y disruptivo (y lo disruptivo tal vez sea “volver a las fuentes”), salir por un momento “del hype instalado” (antes se decía “hacer fuera de la caja”), con una visión fundamental y trascendental, pero práctica y enérgica. Y en esos equipos, formarnos urgentemente para ENTENDER y APROVECHAR estas tecnologías, no ser meros espectadores y usuarios, sino en aprovecharlas para GENERAR NUEVOS ESPACIOS PARA PERSONAS de carne y hueso, con una vida por delante, con anhelos y necesidades.
¡Saludos!
Gracias por leer.