Pórtico de las Cariátides, Templo Erecteion en la Acrópolis de Atenas, Grecia - Photo by Gustavo Adrián Salvini
Por estos días estoy escuchando hablar fuerte a mi voz interior, a pensamientos y sensaciones que me tienen inquieto, que me hablan sobre la aparente ubicuidad de la IA generativa y una tendencia más creciente que nunca a “que todo sea ya, no importa a que costo”, que se viene dando hace tiempo pero que se acelera más y más con estas tecnologías que en tan poco tiempo se han masificado.
Intento no dejarme llevar ciegamente como una hoja en el viento, por un fenómeno que podría ser muy bueno para muchas cosas, pero también podría transformarse en un tornado que se lleve puesto el encanto de la originalidad humana y adormezca muchas capacidades que nos hicieron llegar a ser “seres civilizados”.
¿Qué tanto habla de uno como persona y como profesional el querer mostrarse siempre en lo último, ser early adopters por defecto? ¿Y con la IA generativa, no se sienten un poquito mal? ¿No sienten un poco de cringe o culpa antes de publicar algo “ensamblado” por una IA generativa?
Yo me autocensuré en varias oportunidades (no en todas) y no adorné varios de mis posts con imágenes generadas por medio de IA (aunque me tenté) porque sentí que expresaría una gran contradicción al hacerlo. Y no significa que no vaya a hacer uso de estas tecnologías en algún post o ensayo, pero cada vez lo pienso más antes de hacerlo “por defecto” en algo. Quiero que mi “default mode” sea el modo humano, aunque sea más lento por muchos órdenes de magnitud.
Nadie dijo nunca que la velocidad sea un índice cualitativo válido para todas las cosas. En muchos ámbitos es puramente cuantitativo y propicia la creación de ruido.
Vamos con velocidad por la cura del cáncer, ¡eso sí! Vamos por el desarrollo de mejores fármacos, sí, también. Pero en muchas otras cuestiones, la velocidad representa saltearse lo jugoso de vivenciar los procesos humanos.
¿Y el orgullo dónde quedó? ¿Quién puede sentir un orgullo profundo si el output es el resultado de sofisticados mashups automatizados que en algún punto se basan en creaciones humanas de otros?
¿Y no les da un poco de cringe cuando ven publicaciones (sobre todo si son reflexiones sobre IA) adornadas con imágenes ensambladas mediante IA generativa? ¿O cuando encuentran posts con patrones evidentes de textos generados por LLMs que ni siquiera dedican 2 minutos a releer y “limpiar” las evidencias?
No quiero hacer un juicio de valor, pero me detengo a pensar: ¿Qué tiene de valioso subirse al hype? ¿No es mucha dispersión querer subirse a todas las olas? Hay mucho FOMO en el ambiente, y creo que el FOMO está muy sobrevalorado. Siento un poco de orgullo no subirme a todas las olas. O si me subo, hacerlo por la escalera con tiempo para ir masticando las ideas, en lugar de subir por el ascensor.
(Escrito desde el teléfono. Qué incómodo realmente, no busquen mucha calidad en la redacción, pero necesitaba sacarlo afuera).
Gracias por leer.